jueves, 30 de junio de 2022

Actividad coeducativa

 



Aunque esta actividad está diseñada para llevarse a cabo en el ámbito de la educación formal, me gustaría recalcar que es igualmente viable realizarla en espacios de educación no formal. Así mismo, se ha priorizado el espacio en el aula, aunque podría también adaptarse fácilmente a espacios al aire libre.
Se trata de un esbozo de trabajo sobre cómo identificar para después romper estereotipos de género cotidianos, con los que convivimos, con el fin de poder transformar nuestras relaciones naturales con el entorno.

miércoles, 29 de junio de 2022

Reflexión higiene femenina



Tras trabajar los contenidos de este módulo y la lectura del artículo propuesto para la tarea final del mismo (Los profesores solicitan productos de higiene femenina en los colegios para combatir la pobreza menstrual), procedo a realizar la reflexión.

Puesto que partimos de la base de que todavía sigue constituyendo una lacra hablar con naturalidad sobre la menstruación, sobre todo en espacios educativos y de socialización, debido a que continuamos tratando este tema como si fuese algo sucio, algo que esconder, algo incorrecto e indigno, partimos pues de la inherente base de que este hecho supone una forma de discriminación hacia todas las mujeres del mundo por el mero hecho de menstruar.

Otro constructo social ligado al género, ligado a la sumisión y a la infravaloración. Por tanto, de manera habitual, aunque puede que no escandalosa, se sigue perpetuando este estereotipo que mina el comportamiento y comprensión del mundo de las mujeres más jóvenes. Limita sus interacciones, aunque también genera aprendizajes y autoaceptación en ellas. Eso, como todo, depende de cómo aprendas y relaciones las situaciones con tus propias emociones y sentimientos.

"El fuego quema", pero hasta que no lo tocas, hasta que no experimentas por ti misma, no eres puramente consciente.

"El tópico de la menstruación sigue siendo una lacra", pero hasta que no te ves en una de estas situaciones de discriminación, no eres puramente consciente, y no tomas decisiones al respecto.

Puede ser, hipotéticamente hablando, que una persona en concreto frente a una situación de estas características (aquellas que aparecen en el imaginario de cualquiera de las lectoras), se empodere y reivindique sus derechos por ser mujer, humana en este mundo. Puede que una situación como esta, ayude a esa persona en concreto a hacer frente a este tipo de situaciones con las que, lamentablemente se va a topar de corrido.

Pero puede ser también, que otra persona en concreto, frente a una situación como la imaginada, se frustre, se sienta insegura, se haga pequeñita y siga perpetuando todos y cada uno de los estereotipos prefijados al concepto de la menstruación y a la realidad que este comporta. Y puede que, esto la haga sentir mal. Y ese malestar se traslade inevitablemente a otras esferas de su autoconcepto, perpetuando todavía más estereotipos intrínsecos, añadiéndolos a su saco de... ¿incomprensión? ¿inestabilidad? ¿falta de aceptación? Llámese como quiera llamarse, afectando directamente a su persona y por lo tanto a su rendimiento e interacción con el mundo que le rodea.

Así que, frente a la pregunta de si creo que la pobreza menstrual pueda afectar al fracaso escolar de las estudiantes, mi respuesta es un rotundo sí. Creo que incluso a aquellas mujeres jóvenes que tienen un estatus económico que les permite acceder a los productos de higiene menstrual sin mucho inconveniente, les puede afectar el tratamiento a nivel social de esta temática. Si además, no perteneces a este estatus, tu lacra se acentúa exponencialmente. ¿Recuerdas el saco de la joven de la hipótesis anterior? Pues ahora puedes imaginarlo con claridad en estos otros casos, a lo mejor ya no es un saco, es un monstruo que no te deja ser tú y menos aún relacionarte con otras personas de tu entorno sanamente.

Todas las mujeres hemos pasado por ese momento en el que los tabúes sobre la menstruación se han hecho visibles y latentes: risas cuando pides permiso para ir al baño, risas ante el mero uso del vocabulario relacionado, trapichear con compañeras y productos de higiene femenina cual camello, algún comentario impertinente del adulto responsable de turno, topicazos relacionados con las actitudes de las mujeres ("menudos humos, ¿estás con la regla?", en todas sus variantes), etc. Manchar la prenda que vistas puede ser el peor momento de tu vida escolar, si las demás personas llegan a enterarse.

Nada nuevo.

A veces no somos capaces de ver este tipo de situaciones con perspectiva. Las naturalizamos desde el inicio, tan metidas estamos en las fauces del patriarcado. Pero existen realidades diversas, situaciones específicas, gestiones emocionales propias, que debemos comprender y atender, si lo que pretendemos es cambiar estas situaciones, romper estos constructos, acabar con estos estereotipos, para poder lograr ser personas y ciudadanas de primera, en libertad, como cualquier otra persona.

Jamás, hasta el momento actual, escuché hablar de estas necesidades, de acceso igual a todos los recursos. Como joven, nunca me cuestioné sobre que debía invertir parte de mis recursos económicos en vivir, de por vida. Simplemente, lo asumí. Nunca fui capaz de comprender otras realidades, puesto que ni siquiera se me plantearon.

Hoy, luchamos por conseguir una igualdad que vaya más allá de la libertad de ser, del cuidado del autoconcepto de las mujeres, luchamos por la igualdad de oportunidades, por la necesidad de cubrir con lo esencial, para poder desarrollarnos en este mundo en igual manera que nuestros compañeros.

Y cada vez, este hecho es más evidente en las jóvenes de nuestros días, y cada vez son más y más tempranas quienes se preguntan, se cuestionan y quieren cambiar estos problema de desigualdad estructural de nuestra sociedad.

Presiento, ojalá no me equivoque, que hemos emprendido el camino correcto, y que la regulación de los precios de mercado, el acceso a estos productos de primera necesidad, la consecución de medidas legales igualitarias, está a la vuelta de la esquina.

Así que, sigamos adelante.

martes, 14 de junio de 2022

Análisis DAFO #EducaIguales

Antes que nada, debo recalcar, que este análisis DAFO de mi realidad no se corresponde al centro educativo.
Me permito el lujo de moverme a otro ámbito del "sector educativo", como es la EDUCACIÓN NO FORMAL, por ser este, el ámbito en el que desarrollo mis tareas profesionales.
Entienda pues lectora, que la Educación para la Igualdad no es algo que queda relegado a la EDUCACIÓN FORMAL, sin que esto pueda desembocar en ofensas e incomprensiones.

Así pues, me dedico al fomento de la participación juvenil y de la enseñanza de la animación sociocultural en diferentes espacios y ámbitos de la EDUCACIÓN NO FORMAL.
Es por tanto que, los espacios físicos que ocupamos con nuestras participantes suelen ser espacios municipales cedidos, o en el mejor de los casos, espacios municipales concretos para el desarrollo de la actividad juvenil en los diferentes municipios.
He cambiado "los patios" por la noción general de los espacios que acabo de describir.
No me gustaría monopolizar esta entrada haciendo referencia a la increíble labor humana, social y por supuesto pedagógica, que realizamos las diversas personas profesionales que nos dedicamos a este sector de la educación.
Sin embargo, si que me parece correcto, especificarlo, tanto para la comprensión de mi DAFO basado en mi propia realidad, como para reclamar la importancia que merece dicha labor en nuestro sector educativo. ¿Infavalorado? Puede. ¿Invisivilizado? Seguro.





En estos espacios, siempre impera el uso del lenguaje inclusivo (y no sólo en cuestión de género sino en todas sus vertientes: hacia la discapacidad, los recursos, las situaciones migratorias, etc.) y no sexista, es prioritario el uso igualitario de los mismos (en la mayoría de los casos es poco necesaria la intervención de los profesionales de la educación, es decir, sucede de manera natural, al encontrarse las participantes en espacios que hacen propios y sin limitaciones impuestas), por lo tanto participan en igualdad para el respeto y cuidado de los mismos, e inevitablemente, los saberes derivan en las necesidades propias de las participantes, por lo que se incluyen los saberes de la vida cotidiana de manera transversal.
A esto me gustaría añadir, que se trata de espacios educativos integradores, reflexivos y amenos, lo que beneficia la adquisición de conocimientos y competencias en armonía.

domingo, 5 de junio de 2022

Analizamos la publicidad #EducaIguales

Una vez vistos los anuncios propuestos, procedemos a su análisis:

1º Best Commercial: Olympic Games 2012 London - Best Job (P&G) 



2º UNICO Polti - Zanahoria





¿Qué anuncian?

1º Bienes de consumo de uso habitual en las vidas cotidianas de las personas, productos del hogar: productos de limpieza, de belleza, etc.
2ª Producto de limpieza del hogar: Aspiradora.


¿Quién o quiénes son los protagonistas?

1º Las madres y sus hijas e hijos.
2º Un padre y un hijo.


¿Cómo es su comportamiento?

1º La cultura del cuidado y la crianza, el esfuerzo y la entrega, como estilo de vida natural.
2º Cotidiano, de cuidados fundamentales del hogar.


¿A quién va dirigido cada anuncio? ¿Por qué?

1º Creo que a las madres y a la asunción de que sus cometidos en la vida son esos, la cultura del cuidado, la crianza, el esfuerzo y la entrega para su prole, como modo de vida y consecución de objetivos vitales. "Los logros de tu prole son tus logros así que dalo todo por ellos".
2º A los hombres que tiene que cumplir con la función natural de las cuidadoras del hogar, equiparando como pueden hacerlo para conseguir sus objetivos. "Parécete a ella, es la que sabe de esto".


¿Reflejan la realidad? ¿cuál crees que lo hace mejor?

1º En cierto modo sí, porque es real que esa cultura del cuidado esta protagonizada generalmente por la figura de la "madre". Pero atiende a un aspecto emocional que es el de la crianza, y obvia al resto de figuras de la familia que intervienen en el desarrollo de la misma y que pueden compartir objetivos vitales más allá del de la entrega total.
2º En este caso no me parece que refleje la realidad, ya que está emitiendo una comparativa al comportamiento que "debe" protagonizar la mujer del hogar. Es decir, en muchas realidades los hombres adoptan estos roles de cuidados cotidianos de manera natural, sin necesidad de equiparar los comportamientos a los de las mujeres, sino por cuestiones de corresponsabilidad. A lo mejor, en la mayoría de hogares, no es el hombre el que asume estos roles, sin embargo, no considero que sea necesario establecer esa comparativa que nos lleva a pensar que son roles o mandatos de género.

Teniendo esto en cuenta, quizás el primer anuncio se ajuste más a la realidad, aunque lo haga centrándose en una única perspectiva que juega con el aspecto emocional de la temática en cuestión.


¿Se te ocurre alguna alternativa?

Pues creo que ante ambas situaciones expuestas, se podría simplemente visibilizar múltiples realidades familiares que atiendan a la consecución de los objetivos de venta a través de los cuidados del hogar, incluyendo estas a diferentes tipos de familia y visibilizando los roles reales que se dan en contextos de corresponsabilidad.

Eliminaría de lleno la cuestión de fundamentar el cometido del anuncio en los roles o mandatos de género y expondría otro tipo de situaciones familiares y de cuidados más realistas y representativas de los hogares actuales, aun a sabiendas de que el protagonismo seguiría recayendo más en las mujeres, creo que es importante promover situaciones de corresponsabilidad en el ámbito del hogar.

miércoles, 1 de junio de 2022

Nube de palabras: miradas sobre la igualdad

 La entrevista se ha realizado a Pilar, una mujer de 93 años de mi entorno. Es la abuela de mi marido.

Ha sido muy grato compartir con ella retazos de su historia, que han dado como resultado esta nube de palabras, donde se puede ver la realidad vivida en su juventud, y las concepciones que de mujeres y hombres de entonces se tenían.



¿Recuerdas a aquella mujer significativa que forma parte de tu vida?


 Yo recuerdo a la mía.

Aunque debo decir que mi recuerdo es solo eso, uno, vago, que se ha ido conformando a lo largo de los años a través de otras personas que me han ido ayudando a construir el croquis de su vida.

Mi mujer significativa es mi abuela: "la abuelita", para mí.

Tuve la grandísima mala suerte de poder compartir con ella mis dos primeros años de vida, y sin embargo, aunque no logro recoger en mi memoria una sola imagen que no esté asociada a las fotografías, su recuerdo y su persona, han cobrado siempre una importancia sustancial en mi propia vida.

Significativa, referente, llámalo como quieras.

Y resulta que esto no solo me sucede a mí. Parece ser que la abuelita constituye hoy un referente de peso en varias de las personas que componen mi familia. Es más, si me apuras, desde siempre, todas aquellas personas con las que me he cruzado y con las que ella cruzó su camino, siempre, absolutamente siempre, primero han sonreído al recordarla, ¿no es eso maravilloso?.

Y después, elogios y más elogios. A punta pala. Siempre recuerdos positivos, siempre menciones a la gran señora que fue "Doña Concha".

DOÑA CONCHA (a través de los ojos de mi madre, en gran medida, y de mi hermano, en menor medida pero igualmente importante).

Son miles las historias que he escuchado de su vida. Pero es una sola la imagen que me he construido de la misma. Siendo siempre consciente de que me faltan datos, muchos. Quién pudiera recogerlos todos.

Tres son los datos que me gustaría que conocieseis sobre ella:

Me licencié en Pedagogía y es por eso que he elegido como dato que ella fue una de las precursoras de los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP), sospecho que sin siquiera saber que estaba formando parte de la historia de la educación de nuestro país. 

Ella, maestra de un pueblito, la Pobleta de Andilla, en los años de posguerra, no solo se dedicó a dar clase a sus alumnas. En aquel colegio de aquel pueblito, los niños y las niñas iban al mismo centro, los niños tenían al maestro y las niñas tuvieron la suerte de tener como maestra a Doña Concha.

Aunque la suerte parece ser que fue compartida por todas las personas del pueblito, ya que después de las clases, enseñaba en casa de la maestra a los hermanos y hermanas mayores, a los padres y madres, a leer y escribir.

Obviamente, eran otros tiempos, la realidad era más cruda pero puede que también más colectiva, más humilde. Mi yo de hoy los contempla como el ideal de comunidad educativa que tanto se pretende alcanzar en nuestros días. 

Enarbolaba la bandera del derecho a la educación de todas las personas, haciendo del mismo una realidad y dando respuesta a las necesidades colectivas. Transformando la realidad inmediata de su sociedad estipulada, delimitada, estigmatizada, profundizando a través de la educación en los procesos de humanización de su tiempo.

Que fue una luchadora, es otro de los datos que he escogido y que bien podríais imaginar, si habéis llegado a este punto de la lectura. Y como os decía, no únicamente por sacar adelante a cinco hijos en tiempos de posguerra (su marido murió pronto, más pronto de lo deseado), ella fue una luchadora en todas las causas justas que así lo requerían. 

Ayudaba a toda persona que necesitase ser ayudada, corresponsable en la mejora de la calidad de vida de toda persona por quien ella pudiese hacer algo. No solo a través de la enseñanza, sino dando empleo, escuchando, integrando, compartiendo, reinventando, luchando por sus derechos, dando oportunidades.

Y toda esta labor fue posible gracias a la suerte. Este es tercer dato que he decidido compartir sobre ella. Mis abuelos estuvieron a punto de ser fusilados, como tantas otras personas, sin miramientos.

Fue cuestión de azar, que alguien mencionase su apellido, poco común (entonces y aún ahora), dada su procedencia de una familia de condes malteses, que hizo despertar una pequeña bombilla en la mente del general a cargo de los fusilamientos y les diese a ambos una segunda oportunidad. En tiempos en los que las segundas oportunidades, brillaban por su ausencia.

Mi abuela tuvo varios hermanos militares, altos cargos, uno de ellos conocido por el general en cuestión, del que guardaba buen recuerdo y memoria de elefante suficiente como para reconocer el apellido.

Y gracias a ese pequeño detalle, el general mandó dar con el expediente de aquellas dos personas que tenían en frente, en lugar de con sus cuerpos inertes en plena tierra. Hubo que desmantelar primero aquella pequeña oficina con miles de expedientes en armarios y archivadores. Y aun así, no salía por ninguna parte. Pero el general estaba empeñado en salvar la vida de aquellas dos personas, cuestión de honor, supongo.

Fue detrás de uno de esos archivadores, caído entre la pared y el suelo, que lograron encontrar el expediente y darles la libertad.

Por lo visto, algunas de sus actividades favoritas fueron el teatro y la zarzuela, siempre desde la perspectiva de la educadora incansable.

Me cuentan que no se lo quedaba para ella, sino que enseñaba a cantar zarzuela a todo el que pillase por banda.

Me cuentan que cada vez que podía, viajaba a Barcelona y se recorría todas las obras de todos los teatros que su suerte le permitía alcanzar.

Cultura popular. Ella la amaba en todas sus formas. Y la transmitía como eje de la educación.

Me impresiona sobremanera, la capacidad tan grande de contemplar a sus iguales como iguales, en un mundo de clases, en un tiempo de desigualdades, de injusticia y de pobreza sin parangón.

Dicen de ella que sabía hablar con todo el mundo, lo mismo con un ministro que con un analfabeto. Y yo, me lo creo. Veía a las personas, ante todo, como personas.

Y a raíz de esto, permitidme que os cuente la acción memorable que he elegido contaros.

A mi abuela, como a tantas y tantos otros maestros de la época, se les inhabilitó como tal, por cuestiones dictatoriales. Me refiero a las que tuvieron suerte y no fueron fusiladas ni exiliadas. Después de la guerra, aquellas personas a quienes permitieron seguir ejerciendo la docencia (tras pasar por un arduo procedimiento de reconocimiento profesional y asunción de quehaceres en adelante), quedaron sin destino fijo y tuvieron que empezar a rodar por los diferentes pueblos del territorio español.

Así es como Doña Concha fue a dar como maestra a la Pobleta de Andilla.

Cuando llegó, se encontró con una realidad común en todas partes en aquel entonces, el hambre y la pobreza extrema. Las personas que allí habitaban, no disponían casi ni de prendas de ropa o zapatos, incluso en los crudos meses del invierno nevado.

Me cuentan que una de las primeras cosas que hizo fue atajar esta situación. Sin pensárselo dos veces, se plantó (como pudo) en la Diputación de Valencia y le solicitó al mismísimo Gobernador Civil, Diego Salas Pombo, que le dotase de los fondos necesarios para poder impartir un espectáculo de zarzuela en el pueblo en el que ejercía, para lo cual, necesitaba ropa y zapatos para todas las personas que iban a participar en él.

Y lo logró, y vistió al pueblo entero con el bono que consiguió en Diputación. ¿Acción memorable? Yo lo tengo claro, pero júzgalo por ti misma.

Ya os adelantaba que fue una luchadora incansable. Podría contaros muchas más anécdotas que ido recopilando a lo largo de mi vida.

Yo la admiro, hoy, sin apenas haber podido conocerla en persona. Puede que idealizada, no lo niego, ya que mi composición la crearon las historias que de ella escuché.

Pero también las reacciones de las personas que la conocieron y me hablaron de ella.

Todas esas sonrisas que incluso años después de su muerte, se siguen sucediendo inevitablemente al pronunciarla, Doña Concha.

Quien pudiese haberte disfrutado más.

Actividad coeducativa

  Aunque esta actividad está diseñada para llevarse a cabo en el ámbito de la educación formal, me gustaría recalcar que es igualmente viabl...